El mestizo Alejo
Hoy les contaré una historia que se transformó en leyenda tomecina.
Existía en tiempos antiguos, un cacique araucano llamado Curivilú. Este tenía a los españoles terriblemente turbados ya que todo el tiempo hacía asaltos sorpresivos hasta el actual Concepción.
Un día, capturó a una joven llamada Isabel De Vivar, hija de un famoso encomendero. Carivilú e Isabel al tiempo tuvieron un hijo ( mestizo) llamado Alejo, en honor a su abuelo paterno y su padre lo bautizó con el nombre de Ñanku, que significa aguilucho. Dicen que Ñanku era solitario y altivo.
Cuando su padre Carivilú murió en manos de los yanaconas, Isabel lo llevó a dónde los jesuitas en Concepción. Ingresó como misionero franciscano y su madre se enclaustró para siempre.
Ahora les pido que esta historia se la imaginen en colores, así como si la estuvieran viendo detrás de un gran ventanal.
Ñanku o Alejo, siempre fue discriminado por su condición mestiza, cuando fue ya un joven, ingresó como soldado español, pero se negaron a ascenderlo como correspondía así que, desertó del ejército y se fue al bando araucano buscando sus orígenes.
El hulmen Huenquelao lo protegió y pronto se convirtió en su suegro.
El ahora toqui, enojó a muchos caciques y conas por sus ideas de reorganización. La primera razón del enojo fue porque no quiso destruir La Concepción del nuevo extremo, peleó tan duro con otros caciques entre ellos Huenchullán, que lo mató sin miramientos. Obviamente se hizo más fuerte entre sus hombres e impuso temor en la zona.
La segunda razón del disgusto, era que los rehues necesitaban jóvenes guerreros para los cultivos, así que no quiso disponer de todos para las batallas.
En fin. Un día, Ñanku reunió a sus hombres( unos 1000 indígenas) y se enfrentó a las tropas de Pedro Gallegos. Este enfrentamiento fue en un lugar llamado"Los molinos del ciego" cerca de Rafael. Cómo es de esperar, los españoles barrieron con sus armas a los indígenas, pero éstos se reorganizaron y atacaron con sus rústicas armas. Imagínense la batalla sangrienta.
Los huincas huyeron espantados y otros ya en manos de Ñanku temían por sus vidas. Juan Fernández Astudillo, escapó de Ñanku y partió a pedir refuerzos a Conuco.
Ñanku fue venciendo todos los destacamentos en "Los Perales". De pronto llegaron tropas españolas enviadas desde Conuco con la idea de matar a todos esos "índios salvajes", Ñanku se adelantó y ordenó esperar a los huincas, así, cuando estos llegaron al lugar, se abalanzaron sobre ellos pero ... Los españoles venían empoderados y Ñanku ordenó la retirada. Cuando los españoles estaban felices llevándose un cuantioso botín, que antes tenían los indígenas, Ñanku o Alejo los atacó y los pocos españoles que quedaron tuvieron que huir a Conuco.
Después de esta batalla El mestizo Alejo se hizo muy famoso en la zona por su astucia y gran valentía.
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